El otro día mientras participaba activamente en la Eucaristía dominical me fije durante unos segundos en un anciano que frente a mí seguía la celebración. Mientras le observaba en mi mente se acumulaban un montón de pensamientos sobre el ahora, el ayer y el mañana. No se pero me vi un tanto reflejado en Él y también todos los que me rodeaban aunque no se diesen cuenta. Lo que más me impacto era su rostro, reflejo de los años, el trabajo y de tantas cosas.
Pienso a veces en que será de mi cuando sea mayor y que cosas, gentes, familia conoceré o que me depara el futuro.
Por otra parte ya es hora de hacer balance del año 2010 con todo lo bueno; Amor, trabajo, amigos, experiencias de vida y otras cosas no malas sino que te curten para dar el 100.
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