Me quedo contemplado tu
imagen,
recordando todo lo dicho.
Veo como te elevas al cielo,
dejando a todos los hombres,
con inquietudes y penas.
Por caminos y veredas
hablaste
de Amor, Misericordia,
Perdón, Esperanza
y tantas cosas.
Repetías siempre: "Ya lo
entenderéis".
Nos pides dejarlo todo,
acercarnos al pobre,
ayudar al cansado,
a sacrificar nuestra vidas.
Hacer nuestras tus palabras
para abrazar a un Dios nuevo.
Uno que no pregunta,
no castiga, no juzga.
Sí no que premia, salva, ayuda,
del que somos Hijos.
Llénanos de Espíritu,
ese que abre la mente,
el alma y el corazón.
En ese momento verdaderamente
te entenderemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario